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El Cielo y el Infierno

La cuarta obra de la Codificación fue publicada el 1 de agosto de 1965, y está dividida en dos partes: la doctrina  y los ejemplos.

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La primera parte contiene un análisis comparado de las diversas creencias acerca del cielo, el purgatorio y el infierno, los ángeles y los demonios, las penas y las recompensas futuras. Enfoca el dogma de las penas eternas de un modo racional y lo refuta mediante argumentos sustentados en las leyes de la Naturaleza y el sentido común.

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La segunda parte presenta numerosas comunicaciones de Espíritus en diferentes situaciones, de las cuales se obtienen

esclarecimientos relativos a la condición del alma después de la muerte y la transición de la vida corporal hacia la vida espiritual.

Comparten tema y título con la obra homónima del pensador sueco Emanuel Swedenborg (1688-1772), que da su propia versión de las reglas y el funcionamiento de aquellas dos regiones descritas por todas las religiones del mundo.

Para Kardec, el cielo y el infierno no son regiones localizadas ni en el interior oscuro de la tierra, ni en palacios celestiales por encima de las nubes, como la mitología clásica los representa. Si bien sí existen regiones en el mundo espiritual semejantes a las que nos muestran los mitos, Kardec nos explica que se encuentran de manera más dispersa y deslocalizada, y en ningún caso su finalidad es retener eternamente a los Espíritus que por ellas transitan.

El cielo y el infierno son, antes que nada,  estados mentales que los seres humanos alcanzamos como consecuencia de nuestras propias decisiones. Y será gracias a nuevas decisiones que podremos beneficiarnos de mejores condiciones, tanto en el mundo espiritual, como en futuras reencarnaciones.

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