¿Qué es el Espiritismo?
El término espiritismo, acuñado por primera vez en lengua francesa, donde "espíritu" = espíritu; + "isma" = doctrina, surgió efectivamente como un neologismo, creado por el pedagogo francés Hippolyte Léon Denizard Rivail, que adoptó el seudónimo Allan Kardec, para nombrar específicamente el cuerpo de ideas que sistematizó en El libro de los Espíritus (1857):
“Para designar cosas nuevas, se necesitan términos nuevos. Esto es lo que exige la claridad del lenguaje, para evitar la confusión inherente a la variedad de significados de las mismas palabras. Sin embargo, no se sigue que él crea en la existencia de espíritus o en sus comunicaciones con el mundo visible…”
El Espiritismo, según el propio Allan Kardec, fue definido en el preámbulo de un pequeño opúsculo denominado “Qué es el Espiritismo”, como:
“La ciencia que trata de la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus, y de sus relaciones con el mundo corporal. Es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia positiva, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones”.
Los postulados básicos que sostiene son:
a) La existencia de Dios;
b) La supervivencia del Espíritu tras la muerte del cuerpo físico;
c) La reencarnación;
d) La capacidad de comunicarse entre el mundo espiritual y el mundo material, y;
e) La pluralidad de los mundos habitados.
El espiritismo predica, también, que la moral y el intelecto son aspectos a desarrollar para la evolución humana, y en la búsqueda de esta evolución la caridad tiene un papel fundamental, un acto moral capaz de llevar el hombre a la salvación.
La triple vertiente del Espiritismo, la define Kardec de la siguiente manera:
Espiritismo como Ciencia: “se ocupa de la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus, así como sus relaciones con el mundo corporal”; Espiritismo como Filosofía: “desde el momento en que se admite la existencia del alma y su individualidad después de la muerte, es necesario admitir también:
1.º, que la naturaleza del alma es diferente de la del cuerpo, puesto que, una vez separada del cuerpo, el alma ya no tiene las propiedades de aquel.
2.º, que el alma tiene conciencia de sí misma, puesto que se le atribuye la alegría o el sufrimiento; de otro modo, sería un ser inerte y de nada nos valdría poseerla. Una vez admitido esto, se sigue de ahí que el alma va a alguna parte. ¿Qué sucede con ella y a dónde va?”
Espiritismo como Religión: “Si es así, preguntarán, ¿es el Espiritismo una religión? ¡Sí, de hecho, caballeros! En el sentido filosófico, el Espiritismo es una religión, y nos jactamos de ello, porque es la doctrina que establece los lazos de fraternidad y la comunión de pensamientos, no en una convención simple, sino en bases más sólidas: las leyes de la naturaleza”
El Espiritismo no es una religión en el sentido de organización formal, sino una religión en el sentido filosófico. Es un conjunto de enseñanzas que se comparten, se estudian y se profundizan en comunidades abiertas a quien esté interesado, siempre desde la gratuidad en todos los servicios que ofrecen los centros espiritistas.
El Espiritismo no es un conjunto de enseñanzas cerrado, ya que está abierto a cualquier avance científico que incluso contradiga y obligue a corregir los propios preceptos que mantiene.
A pesar de tener un cuerpo doctrinario propio, compuesto por las obras de Kardec, fundamentalmente, junto a los materiales de estudio elaborados por diferentes Federaciones nacionales e internacionales y obras de otros autores de referencia, como Chico Xavier o Divaldo Pereira Franco, el Espiritismo se caracteriza por el interés en las ciencias en general, en el ámbito de la física, la salud y las ciencias sociales.
El objetivo del Espiritismo es, por lo tanto, no estancarse en sí misma, sino abrirse y acompañar el desarrollo científico y moral de la sociedad donde se insiere.
La codificación Espírita
Se llama “Codificación” al conjunto de los cinco libros que publicó Hippolyte Léon Denizard Rivail, bajo el seudónimo de Allan Kardec, entre abril de 1857 y enero de 1868.
Técnicamente, Kardec no es el autor material de los libros, sino quien recopiló, ordenó y comentó los mensajes que recibió durante esos años por parte de multitud de Espíritus. Por eso se le denomina “codificación”, ya que los mensajes fueron organizados bajo un método narrativo y pedagógico particular. El propio Kardec recibe, a menudo, el apelativo de “codificador”.
El Espiritismo parte del primero de estos libros, El Libro de los Espíritus, cuyo contenido se ampliará en los cuatro libros posteriores: El Libro de los Médiums, El Evangelio según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno y La Génesis. Con la Codificación, Kardec acuña un nuevo término: Espiritismo, y con él, da inicio una nueva era para el desarrollo espiritual de la Humanidad.